En los últimos años, cientos de parques comerciales de tirolesa han abierto en todo Estados Unidos. Hasta septiembre de 2017, había 400 parques diferentes en funcionamiento, con más por abrir. Aunque puede ser una forma divertida de pasar una tarde o de celebrar un cumpleaños, también hay riesgos. Los riesgos son más similares a los del rafting en aguas bravas que a los de montar en una montaña rusa. Un estudio publicado en el American Journal of Emergency Medicine mostró que el número de lesiones en tirolesa tratadas en departamentos de emergencia en Estados Unidos aumentó de unas pocas cientos anualmente a más de 3,600 en 2012.
People informa que los padres de un niño de 10 años que cayó 20 pies desde una tirolesa en un parque de diversiones en Florida han presentado una demanda.
El hijo de Kimberly Barnes estaba asistiendo a una fiesta de cumpleaños de un amigo en Urban Air Trampoline and Adventure Park en Lakeland, Florida, el 1 de septiembre. El niño decidió probar la atracción de tirolesa del parque llamada Sky Rider.
La atracción lleva a un pasajero con arnés en una pista a lo largo del techo del parque. Las cámaras de vigilancia capturaron el momento aterrador en que el arnés del niño cedió, haciéndolo caer 20 pies al suelo del parque.
Barnes recibió una llamada del parque informándole del accidente. Se enteró de que estaban trasladando a su hijo en helicóptero a un hospital porque era una situación de trauma.
El niño sufrió varias fracturas, un pulmón colapsado y una lesión cerebral. Fue llevado al Tampa General Hospital donde fue sometido a cirugía y permaneció varios días después del accidente.
Según los investigadores, el accidente fue resultado de que el arnés no estaba asegurado correctamente alrededor del niño. Las correas de las piernas no estaban abrochadas, lo que dejó al niño sosteniéndose solo con los brazos hasta que cayó.
Barnes presentó una demanda alegando que el accidente fue resultado de un error del operador y está buscando $15,000 en daños.